En el mundo del marketing, donde el tiempo y el espacio son recursos valiosos, la
simplicidad es una ventaja clave. El roll up publicitario, a pesar de su diseño sencillo, sigue
siendo uno de los soportes promocionales más utilizados – y no por casualidad. Es una
solución que permite transmitir un mensaje rápidamente, reforzar la visibilidad de la marca y
marcar presencia profesional en espacios públicos. Todo ello en cuestión de segundos, sin
necesidad de montaje complejo, cables ni accesorios adicionales.
¿Qué es exactamente un roll up?
Un roll ups es un sistema expositivo compuesto por una base de aluminio que guarda la
lona impresa enrollada y un mástil que sostiene la gráfica. Una vez desplegado, ofrece una
superficie vertical de exposición (habitualmente 85×200 cm o 100×200 cm), perfecta para
comunicar en puntos de venta, ferias, conferencias, formaciones o eventos corporativos.
En la práctica, el montaje es casi inmediato: basta con sacar el roll up de su funda,
desplegar la impresión y fijar el mástil. La operación dura menos de un minuto y el impacto
visual es inmediato.
Movilidad que aporta ventajas
Una de las principales fortalezas de los roll ups es su formato compacto. Plegados, caben
en una bolsa de transporte con asa, lo que facilita llevarlos incluso en el maletero del coche.
Por eso son ideales para equipos comerciales, representantes de marca, organizadores de
eventos o formadores que cambian de ubicación con frecuencia.
Su ligereza, el montaje sin herramientas y la rapidez de uso hacen que puedan colocarse
en prácticamente cualquier espacio – tanto en interiores como en eventos cubiertos al aire
libre.
Modelos adaptados a cada necesidad
Aunque el concepto es simple, existen varios modelos de roll ups según el uso y el
presupuesto. Los más comunes son los estándar – ligeros y versátiles, perfectos para
campañas de corta duración o ferias recurrentes. Para quienes buscan mayor estabilidad y
durabilidad, existen versiones premium, con perfiles reforzados y bases más sólidas.
También hay roll ups dobles – visibles desde ambos lados, ideales para espacios abiertos –
y versiones XXL, que alcanzan hasta 150 cm de ancho para ofrecer mayor superficie gráfica
en campañas más ambiciosas.
Gráficas intercambiables – una estructura, muchas campañas
Los modelos modernos permiten cambiar la lona de forma sencilla. Esto multiplica la
rentabilidad: una sola estructura puede utilizarse en diferentes eventos o temporadas,
adaptando el mensaje a la ocasión.
Las lonas suelen imprimirse en materiales blockout, resistentes a la luz y a las arrugas, lo
que asegura un aspecto impecable durante largo tiempo. Además, la impresión digital de
alta calidad garantiza colores vivos, textos legibles y detalles nítidos.
¿Dónde funcionan mejor los roll ups?
La respuesta es: prácticamente en cualquier lugar donde la marca necesite visibilidad. En
ferias, como parte del stand; en conferencias, como fondo para ponencias; en puntos de
venta, para destacar promociones; en procesos de reclutamiento, durante ferias de empleo;
o en showrooms y oficinas, como elemento de branding.
Su versatilidad radica en tres atributos: facilidad de uso, movilidad y estética. Un roll up
bien diseñado transmite un mensaje claro y refuerza la imagen profesional sin requerir
grandes espacios ni recursos adicionales.
Roll up dentro de un sistema expositivo
El roll up también puede integrarse con otros soportes, como photocalls textiles,
mostradores promocionales, lightboxes o stands modulares. Puede servir como
señalización, herramienta de información o refuerzo visual de marca. Gracias a su
portabilidad, incluso se puede colocar fuera del espacio principal del evento – en accesos,
pasillos o áreas de registro. Para muchas empresas, los roll ups son el primer paso en la
construcción de su kit de exposición: asequibles, prácticos y listos para funcionar desde el
primer momento